Intemperie
Jesús
Carrasco
Seix Barral.
Barcelona, 2013.
223 páginas.
16,50 euros.
Intemperie ha sido
el debut literario más promocionado de este año 2013. Su autor, Jesús Carrasco
(Badajoz, 1972), ha entrado al panorama literario con una ópera prima
deslumbrante y genial. Una obra que superará sin dificultad el examen del
tiempo porque nos habla de un tema universal y con una ejecución sin peros. Desde
hace algunos años, todo lo que tiene que ver con lo rural atrae a los
consumidores de cultura y podemos verlo en la publicidad, cine, noticias de
televisión que anuncian la supuesta vuelta al campo y un largo etcétera. En
esto, la literatura española se ha sumado y ha encontrado en el antiguo y nunca
abandonado tremendismo la manera de expresar de nuevo el mundo rural.
El argumento es típico, ya usado en muchas otras historias y podemos encontrarlo en la literatura popular:
la huida de un niño perdido que deja atrás un mundo de extrema violencia del
que es víctima directa, el viejo callado que lo arropa y cuida y le enseña lo
que sus padres no hicieron, el malvado alguacil y sus secuaces. Es sencillo y
básico, no se anda por las ramas y la sinopsis se podría escribir en tres
líneas. Por eso no hace falta que se especifique el tiempo en el que ocurre, ni
el lugar, ni los nombres; esos son detalles superfluos de los que el autor prescinde
descaradamente. Esta sencillez de la historia nos atraerá desde el principio, y
la ejecución de Carrasco hará el resto: mantener una tensión, sostenida durante
todo el relato, y conseguir que el lector se quede hasta el final.
Puede resultar paradójico que el mejor debut literario del
año tenga aires del pasado y se le compare con Delibes. Es sin embargo esto lo
que le confiere calidad: la mirada inteligente a la literatura que ha sido referente
en los últimos cincuenta años. El estilo, vocabulario y composición destacan
por encima de todo en la novela. El gusto por el detalle, lo específico, hacen
de esta novela una obra maestra y justifican su éxito. Los campos semánticos
del pastoreo o del mundo rural y sus trabajos se enriquecen gracias al trabajo
del autor.
Es una intemperie claustrofóbica, inmensa y calurosa hasta
la insolación. Un mundo adusto, casi abandonado y terrible para un niño que ve
en escapar a cualquier sitio la mejor opción. Una novela indispensable.
Juan José Mediavilla
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Mal libro para malos lectores. Me sorprende encontrármelo por aquí.
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